“Salir desnuda es parte del trabajo que elegí” reconoce Celeste con el tajo a la vista, “no es que esté así en todos lados, pero me gusta ser vedette y salir en bolas.” |
Pasar de Pasión de Sábado o Johnny Allon a bailar con Tinelli requiere mucha suerte, pero si hay algo que Celeste tiene es mucho culo y encima lo mueve muy bien. “Estar en el Bailando es jugar en Primera” dice la morocha entusiasmada, “es lo mejor que le puede pasar a una bailarina, al fin se me dió!” Y lo que debe haber dado ella para estar ahí es fácil de imaginar, pero no hace falta porque ella misma te lo cuenta. “En la cama hago todo, y espero lo mismo de mi pareja” dice al definir su filosofía sexual, pero aclara que si no sos Marcelo Hugo sino un pibe de a pié, vas a
tener que laburar un poco. “Soy una de esas minas que necesitan que el chico avance primero” explica la vedette, “y además de entrada necesito muchos besos, muchos abrazos y muchas caricias.” El dicho asegura que “al que quiere Celeste, que le cueste”, pero convengamos que meter una manito entre las cachas o franelear esas tetas no es difícil, y más cuando eso te puede abrir las puertas a ese temible ojete. “Una vez que arrancás con muchos besos y caricias ya está” asegura la morocha, “a partir de ahí olvidate, hago de todo… no quiero entrar en detalle pero sí, hago de todo.” Y no hace falta entrar en detalle, porque una vez que hay zona liberada, el objetivo es entrar en esa cola. “Sí, en la cama hago de todo, no hay zonas prohibidas” insiste por si no te convencés que Muriega el culo
entrega, “una de las cosas que más me gusta es decir palabras subidas de tono, está muy bueno para mantener la comunicación, todo es parte del juego.” Y si querés sumar una amiguita al juego, tirale la onda que en una de esas se prende. “Hasta ahora no estuve con mujeres, me gustan mucho los hombres, pero nunca digas nunca” confiesa Celeste, “quizás algún día le de una oportunidad a una mujer, podría incluir a una chica en mi cama para incentivar a mi pareja, sería una buena experiencia. Ahora, sola en un mano a mano con una mujer, no.” Pero no te creas todo lo que dice, porque casi tuvo un mano a mano con una nena famosa. “Hace un tiempo tuve un acercamiento con Erika Mitdank, viste que a ella le gustan las chicas” recuerda la morocha, “yo venía mal con
los hombres y hubiera estado bueno, hablamos muchísimo por MSN pero al final no pasó nada.” O pasó y no quiere mandarla al frente, pero lo importante es que la putez está. “Hacer un trío con otra chica no lo descarto, pero con dos hombres…” confiesa riéndose, “para mí no son fantasías porque son realizables, todo lo que fui proponiendo lo cumplí. Por ejemplo tuve sexo en los camarines, que no sé si es tan raro pero es un lugar diferente. Me gusta lo que se da en el momento sin que sea premeditado, ni pensé que nos podían ver.” Y si querés que vea el tuyo, asegurate de calzar algo lógico. “El tamaño es muy importante, tiene que ser de 17 o 18 para arriba” dice en tono de catadora de vergas, “la que te dice que lo primero que mira es la personalidad, miente.” Pero los labios de Celeste no mienten: por esa boca pasaron cosas calientes. “Eso lo dejo a tu criterio, ajaja” dice en relación al pete, “pero te confieso que soy muy buena y si me tuviera que autocalificar, tendría una nota muy alta.”
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